🌿 Quiénes Somos

Algunas casas se construyen con ladrillos. Otras, con sacrificio, fe y verdad.

Hay quienes llegan a la religión buscando poder.
Otros llegamos huyendo del dolor, sin saber que lo que íbamos a encontrar era nuestro verdadero destino.

Casa Yoruba México no es un proyecto hecho a la ligera.
No nació de un negocio, ni de una moda, ni de las redes sociales.
Nació del hambre de verdad. Del piso frío de los cuartos de santo. De la sangre, del sudor, del olor a hierbas, humo y fe.

Todo comenzó con incredulidad. Y luego con un milagro.

Oba Oriate Yeye Idé, Chief Osebile Ilé Ifé, fundador de esta casa, escuchó por primera vez su destino en una consulta con caracoles.
No lo creyó. Se burló. Se fue.
Pero el destino no pregunta si estás listo. Solo actúa.

Y cuando todo se cumplió —palabra por palabra—, regresó con humildad.
Así empezó un camino que no se aprende en libros, ni se compra con dinero. Se aprende limpiando pisos, pelando pollos, haciendo ebbo, cocinando acheses.
Sirviendo, no mandando.

Aprendió observando, fallando, y levantándose. Como se aprende todo lo que vale la pena.

Una casa no se funda. Se gana.

Después de años de trabajo en Chicago y en México, con grandes sacerdotes y también con gente deshonesta, entendió que no basta con saber.
Hay que tener valores.
Hay que decir no cuando lo fácil se disfraza de bueno.
Y hay que construir algo verdadero aunque te tome la vida entera.

Así nació Casa Yoruba México: como respuesta a la necesidad de un espacio donde la religión no sea excusa para el abuso, ni los collares moneda de cambio, ni la fe una mercancía.

Aquí no prometemos milagros. Prometemos respeto.

✅ Aquí se trabaja con ética, no con manipulación
✅ Aquí se enseña con paciencia, no con miedo
✅ Aquí se consulta desde la verdad, no desde la prisa
✅ Aquí se inicia a quien está listo, no a quien tiene dinero

Casa Yoruba México es para quien quiere caminar, no correr. Para quien quiere aprender, no aparentar.
Y sobre todo, para quien sabe que el camino espiritual es compromiso, no espectáculo.

Una tradición viva. No una pose.

Llevamos más de 25 años en San Cristóbal Huichochitlán, Toluca.
Pero más que el tiempo, lo que nos define es el alma con la que hacemos cada misa, cada santo, cada palabra en el caracol.
La gente no regresa porque se le prometió algo. Regresa porque aquí encuentra raíz, claridad y verdad.

Si algo nos guía, es esto:

"Ayé l’oja, orùn nílé."
La Tierra es el mercado, el Cielo es el hogar.

No estamos aquí para impresionar a nadie.
Estamos aquí para trabajar el espíritu, vaciar lo que no somos, y volver a recordar de dónde venimos.

Aquí estamos. Casa Yoruba México. Una casa con fundamento. Y con corazón.